TEDxValladolid y el periodismo en el que creo
Belén Viloria, organizadora de TEDxValladolid, me preguntó dos cosas. La primera, si me veía capaz de ser uno de los ponentes de la séptima edición de este foro de ideas que llevaba cubriendo como periodista-espectador casi desde el principio. La segunda, qué idea me gustaría lanzar.
La primera respuesta fue un sí, claro. No podía decir que no aunque por dentro estuviera pensando «madremía, madremía, madremía», así, todo junto y con un nudo en el estómago. La segunda respuesta fue «de periodismo local, claro». Aunque eso, dicho así, es demasiado genérico. Así que lo centramos un poco. «De cómo el periodismo local es capaz de influir en la comunidad a la que pertenece». De ese periodismo en el que creo. Al que aspiro. El que me encuentro cuando me sumerjo en la hemeroteca de 165 años de mi casa, El Norte, y veo cómo el periódico, hace más de un siglo, se puso a la cabeza para lograr que el ferrocarril, y el progreso, pasaran por Valladolid.
El primer intento era «demasiado académico», me dijo con mucho tacto La Viloria.

Hay que tener cuajo para decirle eso a un periodista con 20 años de carrera profesional, con ese ego que todos tenemos. Pero me lo dijo, afortunadamente. Porque tenía razón. Y gracias a su ayuda y sus sugerencias pulimos la charla con la que salí al punto rojo a finales de septiembre de 2018.
Aquí está la charla para quien quiera verla.
Lo más impresionante, sin embargo, fue lo que ocurrió después. Los aplausos, claro. Esa gente puesta en pie mientras a mí me sobraban las manos, las piernas y las ganas de salir de allí corriendo, como si el introvertido que me habita hubiera tomado los mandos otra vez. Pero sobre todo el rato de charla del descanso. Cuando el voluntario que me acompañaba se dio cuenta de repente, «¡ostras!», de que había un montón de gente allí que no tenía silla para sentarse. Cuando se estableció ese diálogo que me permitió comprobar que nuestros ciudadanos, nuestros vecinos, nuestros lectores, quieren ese periodismo en el que yo creo. Y me llenaron de fuerza y de razón para empeñarme en seguir siempre por ese camino. Gracias a todos por eso.
