EL PACTO
El diablo me agarró del ansia viajera, que me había invadido casi por casualidad después de perder a mi esposa en un maldito accidente, y me propuso un trato. Fue listo, lo reconozco. Se me acercó con sigilo casual en aquel viejo olivo de la Toscana, un recuerdo torturador que me procuraba ese placer doloroso […]