Parecidas pero diferentes (I)
El otro día, con motivo de la Seminci, se proyectaba en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid la película Metrópolis, de Fritz Lang. La novedad era que la Orquesta de Castilla y León iba a interpretar en directo la banda sonora. Una actuación, por tanto, y a entender de un crítico radiofónico, apta para «megalómanos«. Vamos, para personas con delirios de grandeza. Aunque también podía gustarles a los «melómanos«, que al fin y al cabo son amantes de la música. Incluso puede que alguno fuera un «melómano megalómano», porque uno puede ser ambas cosas a la vez, que de todo hay en este mundo.